Una de las características de nuestra sociedad actual es la capacidad tan rápida que tenemos para construir prejuicios sobre todo lo que se nos ponga por delante. Pero muchas veces, afortunadamente, nos equivocamos y nos llevamos maravillosas sorpresas.

El valor de la generosidad

La generosidad se entiende como un valor y una cualidad en las personas. No solo hace referencia a compartir u ofrecer bienes materiales, sino que también se entiende como estar disponible y ofrecer ayuda. La generosidad en las relaciones sociales se suele apreciar bastante y se considera como un rasgo de bondad entre las personas. Como muchos valores sociales, se relaciona con la empatía y la acción de ‘ponerse en el lugar del otro’.

Como muchos valores, la idea de generosidad puede variar en función de cada persona y está influída en gran medida por el entorno cultural y social. Por ejemplo, lo que en ciertos de lugares puede considerarse un simple acto de cortesía o de educación, en otras culturas puede verse como una manifestación de enorme generosidad.

Y es que definitivamente las apariencias engañan, y no podemos dejarnos llevar por miradas superficiales para juzgar a los demás. «Snack Attack», elaborado por Eduardo Verástegui y su productora Metanoia Films, nos ofrece un claro ejemplo de la importancia de no juzgar a las personas por su apariencia, sino dejarnos sorprender por la generosidad que puede esconderse en el corazón del otro.

Sobre todo esto trata este bonito corto, pasen y vean: